Desde que desperto aquella vez ya han pasado quizás un par de años y entre tanto andaba sin rumbo siendo testigo de misérrimos paisajes, allí donde antes era un exuberante paraíso.
Vivía ahora en un mundo desierto que cegaba el amanecer y callaba con su sequia la sinfonía emplumada, anhelaba entre el olor a parca sedienta que todo ese horror no fuera cierto y sentir la brisa olorosa de pino y eucalipto, hoy extintos hechos chamizos y con todo esto un triste recuerdo.

Aquella escena fugaz de luchas inconclusas sin sentido, le robaban vida y sentido a su destino obligado, una redención que parecía mortificarle. Mientras tanto mataba el tiempo fugaz sobreviviendo..en su penosa condición mortal
Él, el de la vida parca, con los ojos abiertos aun respiraba anhelando que el día terminara, que todo hubiera sido un mal sueño y que el…
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